UN CUENTO CHINO. Sebastián Borensztein |
Roberto, el protagonista de esta película vive enfadado con
el mundo e indignado con la mayoría de personas que se encuentra en su vida. Le
gustaría que le prestaran la atención que se merece, que le trataran con más
respeto y obtener más reconocimiento personal y profesional. Pobre Roberto, no
se da cuenta de que su conducta huraña es la primera responsable del
rechazo que sufre, de que su soledad se la busca él mismo y de que sus
comportamientos maniáticos y misántropos son culpables de la falta de empatía
por parte de los demás en su vida.
Desgraciadamente hay muchos como Roberto, que por razones
que ellos mismos siempre encontrarán justificadas, viven en una soledad que
aparentemente es elegida, pero que en realidad suele ser más bien “obligada”. Que
alguien decida no tener pareja o estar solo no es un problema, ya que uno es
muy libre de decidir su forma de vida, y todas las opciones son igual de válidas
siempre que le funcionen. Lo que ya no es tan adecuado es escoger ese retiro
individual por motivos equivocados, y además, por si fuera poco, autoengañarse.
Foto: J.Taltavull |