miércoles, 31 de octubre de 2012

LA OPORTUNIDAD DE LOS VIAJES

VIAJE A DARJEELING. Wes Anderson
Corran, desen prisa no sea que vayan a perder el tren con destino a Darjeeling. Un viaje a lo largo de la India que se proponen tres hermanos bastante distanciados con el objetivo de volver a unirse, de vivir algo espiritual y de encontrar soluciones a cada una de sus preguntas. El paisaje es maravilloso, un pintoresco retrato de este país y su civilización, con muchos detalles y mucho humor. Un recorrido no solo geográfico sino también personal que les sirve para conectar, para vivir lo que necesitaban vivir, para disfrutar  de lo que se encuentran en el camino y llegar a la conexión que habían perdido y a las respuestas que les hacían falta.

¿A quien no le apetece apuntarse a un viaje así? Especialmente porque hay momentos en la vida en los que parece que algo te bloquea, no avanzas, caes en rutinas nocivas para la salud, te pierdes, o por el contrario, te suceden cosas ajenas que te cambian los modos y maneras que venías teniendo hasta entonces y no puedes hacer nada para evitarlo. Ahí es cuando se disparan las alarmas, entras en pánico y te preguntas qué va a pasar y qué puedes hacer. Pero cómo todo, si lo miras desde el enfoque adecuado, puede ser una buena oportunidad de cambio y mucho más si tienes un viaje a la India a la vuelta de la esquina. ¿qué mejor oportunidad de escapar, de relajarse, o incluso de encontrar un cambio?

Trasladarse a un lugar tan remoto te da la oportunidad de ser el huésped de una cultura en la que te encontrarás más o menos a gusto o no, una forma de vida que te parecerá más o menos difícil, diferente, vaga, pobre, alborotada, reflexiva, creyente, la lista de adjetivos podría ser muy larga, pero lo importante es saber que los “síntomas” de la India afectan a cada uno de forma distinta, pero nunca te van a dejar indiferente. Por lo menos llevas la garantía de que te van a sorprender y de que no te has visto en otra experiencia igual.

Viene bien recordar que no se es más feliz por tener más cosas. Qué la vida sencilla, es posible y que además quizá seríamos más felices. Jamás pensé en ver una sonrisa tan fácil y tan natural en un contexto de pobreza. Jamás pensé que en dos semanas me diera tiempo a admirar tanto la forma de ser de un país, a querer absorber sus costumbres, a sentir una paz absoluta, a creerme muy lejos de la realidad y poder valorarla desde otra perspectiva. Bien hecho, ¿porque no es así como se afrontan los cambios, los retos, las nuevas etapas?