miércoles, 7 de agosto de 2013

¿POR QUÉ EL SER HUMANO SE COMPLICA TANTO?

THE ROMANTICS Galt Niederhoffer
The romantics no es una gran película sino más bien un producto tirando a mediocre. Lo que me ha llamado la atención para dedicarle un post es el argumento, que aunque no se le saca todo el jugo que se debiera y resulte al final poco emocionante, sí que plantea temas interesantes, lazos de unión complejos, en definitiva, podría decirse que pinta un desgraciado retrato de lo que somos las personas en las relaciones hoy en día; inconformistas, complicadas y absurdas.

Un grupo de amigos que se reúnen para la boda de dos de ellos, Lila y Tom, una pareja encantadora al menos vista desde fuera, porque aquí es cuando la cosa se complica; Tom es el ex de Laura, una de las damas de honor, amiga íntima de la novia, para la que estar ahí supone un gran esfuerzo aparte de un jarro de agua fría. Compliquemos más las cosas: Tom está enamorado de Laura (pero se casa con Lila) porque es demasiado cobarde o egoísta para asumirlo. No tiene claro si es feliz o infeliz pero parece determinado con su decisión. Laura lleva años tratando de entenderle, de saber por qué a pesar de que la quiere, se va a casar con otra. ¿Qué explicaciones existen? ¿Se puede querer a una persona y pensar sin embargo que no nos va a dar lo que necesitamos? ¿Se puede querer a alguien y no poder estar con ella? ¿por qué el ser humano complica tanto las cosas para ser feliz?

En uno de los diálogos Tom y Laura recuerdan sus tiempos juntos y se dan cuenta de cómo se inspiraban, de lo que eran el uno para el otro y de que se suponía que tenían que estar juntos. A ella le da rabia la resignación de él y que culpe a factores externos de sus decisiones. ¿Puede el miedo hacernos tomar decisiones equivocadas? ¿Cómo podemos estar seguros? ¿O será más bien que culpamos a factores externos de algo que en realidad nos corresponde a nosotros?

Por último, en otro de los diálogos, Tom le dice a Laura que la grandeza le produce vértigo y le explica cómo cuando era socorrista se pasaba su turno de 8 horas acalorado, deseando meterse en el agua, y que cuando por fin lo hacía se sentía muerto de miedo. ¿Es posible que en los momentos perfectos con una persona sientas miedo, incomodidad y tengas que abandonar? ¿Es posible ser feliz así? Es una teoría que explica el comportamiento de Tom, otra es que realmente no sienta amor, más que por él mismo que busca satisfacer sus necesidades en cada momento y encontrar lo que más beneficio y tranquilidad le proporcione pensando solo en un corto plazo y no el futuro a la larga ¿Será que el mundo en el que vivimos nos hace convertirnos en seres egoístas, nihilistas y faltos de compromiso? A riesgo de parecer demasiado pesimista, voy a cerrar el post así, aunque con la esperanza de que lo que hay ahí fuera no sea tan desolador…

miércoles, 10 de abril de 2013

LAS HISTORIAS PENDIENTES

EL SECRETO DE SUS OJOS. Juan José Campanella
El Secreto de sus ojos fue de lo mejor que vi en el cine por la época en que se estrenó. Recuerdo acabar la película con una sonrisa en la boca y la sensación de haber visto una historia muy redonda, emocionante y que me guardaría en mi cabeza orgullosa del regalo que acababa de hacerme.  Más recientemente, he vuelvo a disfrutar de ella, esta vez desde el sofá de mi casa, siendo el resultado igualmente muy satisfactorio, y por eso he decidido dedicarle un post, por eso y porque aparte de ser un trabajo brillante la trama de la relación entre los protagonistas es de las que me gusta exprimir jugo. 

Desde el principio se adivina un vínculo fuerte, algo muy intenso y memorable, pero se nos lanzan (intencionadamente) muchos interrogantes; qué pasó entre ellos, cuándo se acabó, las razones que hubo detrás y sobre todo por qué aún se siguen sonriendo como si pensaran uno en el otro todos los días. Un pasado que se desconoce pero que se intuye abundante, vivo, incluso doloroso y con un reencuentro en el presente gracias al cual se predice un futuro con cosas por decir y por pasar, con viejos recuerdos esperando en el tintero a ser rescatados y quién sabe si con un nuevo final o mejor dicho un principio a su historia.


 “El secreto de sus ojos” no sólo está en las fotografías del caso que inquieta a Benjamín, está en la mirada que hay entre él e Irene. ¿Quién no ha tenido o tiene una “relación pendiente”? ¿Quién no recuerda de vez en cuando a cierta persona y piensa en lo que pudo ser…? En mi opinión, no es sano dejar asuntos o relaciones en estado latente, oculto, que parece que no están, porque quizá luego con tan solo hurgar un poquito vuelvan a resurgir y a llenarse de sentimientos, emociones, y recuerdos como quien llena un vaso de agua.  ¿Hay alguna solución? Sí, atar siempre todas tus historias y dejarlas bien cerradas. Intentar siempre algo que crees que puede funcionar, no dejar de luchar cuando piensas que tiene sentido, no renunciar demasiado pronto, porque entonces no habrás hecho todo lo que estaba en tu mano y es posible que en tu cabeza tarde o temprano surjan los “y si” Y si hubiera hecho o dicho…  No es muy bueno vivir con lastres de personas dentro de ti, porque acaban haciéndose hueco y se enquistan. 

Recuerdo que un profesor de la facultad dedicó parte de una clase de estadística a defender que era mucho mejor arrepentirse de lo que se había hecho que de lo que se dejaba por hacer.  No sé si su charla tenía mucho que ver con la materia o no, pero su discurso fue reseñable y se me ha venido a la cabeza ahora viendo a Benjamín con esa fuerte culpa q lleva encima por no haber sido más atrevido años atrás y no  haber intentado ser feliz con Irene. La felicidad es algo demasiado importante como para no aspirar a ella con toda la energía positiva y recursos que se tienen y lo que es mejor aún, es algo demasiado valioso como para no conseguirla por no haber sabido ser suficientemente valiente.